Intrigas políticas

Carta de Pueyrredón a Güemes


El Congreso de Tucumán designó Director Supremo a Juan Martín de Pueyrredón. A fin de 1816 el Congreso se trasladó a Buenos Aires para continuar sesionando. Allí sancionó un "Reglamento Provisorio" en diciembre de 1817. La gobernación de Salta que encabezaba Güemes juró este documento en abril de 1818, en muestra de adhesión al directorio de Pueyrredón.

A ambos los unía una relación de larga data, que se puede vislumbrar en la confianza con la que se escriben en la carta que atesora el Museo Histórico Nacional. Güemes le advierte que circulaba la noticia falsa de que lo habían asesinado. Y también, que las cartas que le había escrito no le estaban llegando. Pueyrredón culpa de esto a uno de sus ayudantes, a quien califica de "bichillo despreciable".

En un apartado "reservado" de la carta, Pueyrredón le pide a Güemes que busque desplazar al diputado del Congreso por Jujuy, Teodoro Sánchez de Bustamante, por las intrigas que tramaba en contra suya. Le contaba que "acaba de tener la desvergüenza de asegurar en una tertulia (...) que Usted no reconocería el nuevo Reglamento que ha dado el Congreso". Y terminaba clamando por que "Salga, pues, este demonio y venga un hombre que sea amigo de Usted aunque no sea tan doctor". Sánchez de Bustamante fue uno de los principales opositores a Güemes desde Jujuy. La jurisdicción de Jujuy todavía no se había autonomizado de Salta como provincia, y su Cabildo dependía de esa gobernación.

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Cuando a principios de 1816 arrendatarios de la hacienda de Bustamante requisaron ganado para sostener las tropas, Bustamante los amenazó con el desalojo sin compensación. Los arrendatarios entonces lo denunciaron por el trato con "desprecio" que recibieron y la acusación de "ladrones", cuando la requisa estaba autorizada por las exigencias de la guerra.

Esta es la transcripción de la carta:

Señor Don Martín Güemes.

Buenos Aires, 9 de enero de 1818.

Amigo de mi particular aprecio: con la Última de Usted del 17 próximo pasado he recibido el papel que remitieron a su noticia desde Salta. ¡Con que mis amigos me anunciaron asesinado en 28 de noviembre! Yo les agradezco la buena mención. De contado por esta vez han salido fallidos sus cálculos y yo espero que también los serán en adelante. Reconozco a mi amigo Güemes en el interés que ha tomado para averiguar el origen de tal rumor y escarmentarlo; no deje Usted de avisarme si lo averigua; conozco que son prudentes las precauciones que Usted me encarga y estoy al cabo de la indicación que Usted me hace sobre alguno de mis edecanes. El tal es un bichillo tan despreciable, que solo lo he conservado, por considerarlo inútil para todo otro destino, que no sea llevar y traer recados. Con todo viviré desde hoy más precavido y me desharé de él en primera oportunidad. Tengo efectivamente algunos émulos, pero son tan conocidos por sus vicios y carácter inquieto, que no los reputo temibles. El buen orden se afirma más todos los días y el espíritu público está decidido por sostenerlo en todas las clases. Bien pronto va Usted a ver que, a imitación del Entre Ríos, van a pedir la unión a las demás provincias, todos los pueblos que han estado hasta ahora separados; y este milagro no reconoce otro origen que el ejemplo de la confianza, de la seguridad, de las ventajas y del goce de infinitos otros bienes, que produce entre nosotros la conservación del buen orden.

Reservado. Es preciso que Usted toque los arbitrios posibles y sin dar la cara para que se mude al diputado de Jujuy, Bustamante, a pretexto de que ya ha servido mucho tiempo y que no puede tener conocimiento del estado actual de esa provincia, que ha variado enteramente de situación política y de necesidades y carácter, desde que ha abandonado todos sus intereses, para defenderse del enemigo, etc. u otro cualesquiera motivo. Este hombre hinchado de ira, de encono y de veneno es el más feroz enemigo que Usted tiene; inventa maldades para atribuirlas a Usted y acaba de tener la desvergüenza de asegurar en una tertulia, en que se encontró uno de nuestros amigos, que Usted no reconocería el nuevo Reglamento que ha dado el Congreso; de aquí ensarto porción de perradas, con el objeto de presentar a Usted como un altanero, etc., etc. Salga, pues, este demonio y venga un hombre que sea amigo de Usted aunque no sea tan doctor. El complot de los buenos para destruir el de los malos es lícito, es virtuoso y aún más es debido, para inutilizar sus maquinaciones; sigamos con paso firme salvando el país y quitemos la ocasión de hacer mal, a los que prefieren sus venganzas personales y sus pasiones indignas a la conservación del bien público. Boedo ha sido separado, según él mismo me lo dijo anoche; y debo también advertir a Usted que este señor era la pierna favorita de Bustamante y tan unido a él en sus acciones públicas y en sus opiniones en Congreso, que debo inferir que lo estuviese igualmente en sentimientos y en efectos. Reserve Usted que soy yo quien ha dado a Usted estos conocimientos y dando mis mejores afectos a la Linda [Carmen Puch], mande en el verdadero cariño de su amigo tan ingenuo como invariable. Juan Martín [de Pueyrredón]

Fuentes

  • "Sumaria información girada sobre la denuncia contra el Doctor Teodoro Sánchez de Bustamante por el Sargento de la 1 Compañía del Regimiento de caballería de gauchos Francisco Santa Ana y según el decreto librado a la Sargentía Mayor del Cuerpo por el Señor Comandante General Coronel Don Martín Güemes", en Archivo General de la Nación, VII, ASB, I, 28, Jujuy, febrero de 1816.